![]() |
Manuel Fraga (dreta) saludant al dictador Francisco Franco (esquerra). |
La muerte de Manuel Fraga deja en evidencia que la transición española ni mucho menos es ejemplar y todavía tiene algunos puntos por cerrar. Fraga fue ministro de Francisco Franco, un dictador que, desgraciadamente, nadie sacó del poder. La sociedad española no tuvo suficiente valor para hacerlo, quizás porque algunos ya les iba bien. Un dictador, además, que dejó por escrito quien debía ser su sucesor: el rey Juan Carlos, como así fue. Fraga, muy inteligentemente, una vez murió el dictador siguió en la política. Seguramente pensó que sería la mejor garantía para no tener problemas con la justicia. Hay que recordar que este señor firmó condenas a muerte. Si esto hubiera pasado hoy en día, seguramente, le pedirían responsabilidades por crímenes de guerra contra la humanidad. Pero esto nunca se produjo. Nadie nunca le pidió responsabilidades, ni él tampoco se arrepintió en ningún momento de nada. Es más, después de la transición estuvo gobernando la Xunta de Galicia durante 16 años. Un hecho difícil de comprender en otras latitudes. Como también lo es que el partido que Fraga fundó (Alianza Popular, hoy en día Partido Popular), no haya condenado el Franquismo y las víctimas que causó. Es el mismo partido que después pide a Amaiur que condene el terrorismo de ETA y que pone trabas para que el juez Baltasar Garzón pueda investigar la memoria histórica. Incluso, la Audiencia Nacional Española le ha inhabilitado para que no pueda seguir investigando. Después de 36 años, creo que ya va siendo hora de poner las cosas en su sitio y hacer lo correcto y que por diferentes motivos no se hizo cuando correspondía. Hasta que no se haga, la sociedad española demostrará que no ha madurado.
que dios lo tenga en la gloria que merece
ResponElimina