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Rubalcaba saluda Chacón després de la seva victòria. Foto: El País |
El PSOE tiene un grave problema: el nuevo secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, no aporta ni dinamismo ni ilusión para encabezar una travesía por el desierto que supone la victoria del PP por mayoría absoluta en las pasadas elecciones españolas. Rubalcaba y Carme/Carmen Chacón eran candidatos a una secretaría general del PSOE bajo un paraguas demasiado pesado: su pasado en el partido. La prueba de que ninguno de los dos candidatos despertaban pasiones es el resultado de la votación, en la que Rubalcaba se ha impuesto por una diferencia de tan sólo 22 votos. La dilatada experiencia de Rubalcaba le ha hecho vencedor ante una Chacón que se ha tirado piedras a sí misma, al ponerse en contra a una parte de su propio partido en Catalunya, el PSC. La regeneración del PSOE no será Rubalcaba. Tiempo al tiempo. El partido tendría que buscar un candidato nuevo, como en su día lo fue Zapatero, que aportaba un viento de aire fresco. Chacón, por su proximidad a un Zapatero derrotado y Rubalcaba, por su dilatada trayectoria dentro del partido, no representan ninguna regeneración, si no más de lo mismo. Es más, a los ciudadanos les costará entender, dentro de 4 años, que una persona vinculada directa o indirectamente a la crisis económica como Rubalcaba se presente a las elecciones. Y más si hemos salido de la crisis. ¿Qué no hay dentro de las filas socialistas otras personas capacitadas para dirigir el partido y que no estén vinculadas con un gobierno de Zapatero que ha sacado los peores resultados de su historia? Si el PSOE no se regenera de verdad, la travesía que harán por el desierto de la que hablábamos al principio será muy larga.
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